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El último crimen en Estrasburgo

  • Foto del escritor: Carlos Suazo
    Carlos Suazo
  • 1 jun 2022
  • 9 Min. de lectura

Actualizado: 16 jun 2022

Querido lector/a, a continuación, inspeccionará la libreta de un viejo periodista francés, y es necesario mencionar que existen muchas anotaciones personales. Dicho periodista, se apoyaba en esta costumbre para mostrar su opinión mientras laboraba. Se le aconseja leer con cautela.


La “J” en cada gemelo de oro y mármol resultan llamativas, incluso hay cierta hipnosis sutil en el choque de estas con las esposas. Estoy casi seguro, que sacude las manos únicamente para mantener el compás de una cuenta regresiva. El repudiado señor Juvenal Koff puede estar contando cada segundo mentalmente; porque aparenta ser un hombre estratega.


Son las 7 p.m. y todavía la jueza no dicta sentencia, aunque se justifica; porque “su señoría Lacreux” es de las más metódicas en toda la ciudad. No dejará que este bastardo reduzca su pena; impensable, luego de que una familia danesa se las arregló para compartir grabaciones comprometedoras sobre una de las muchas acusaciones: la estafa del Innercitybank.


*Nota: es increíble lo mucho que gasto en bolígrafos. Debo dejar de escribir notas a la deriva. Sé que lo hago para evitar contacto visual con otros. ¡Vamos! 8 años ejerciendo periodismo; tengo que fulminar este miedo a iniciar conversaciones normales, y aprender a conversar con base en mis comentarios, más que en mis preguntas. No todo es una entrevista.


¡Impensable! La jueza dictaminó el uso del Convenio de Estrasburgo. Mierda… Acaban de lanzar una silla. Este es el posible titular para mañana: “con apenas 6 meses de condena cumplidos, jueza ordena el traslado de Juvenal Koff”.





*Nota: Lo bueno de trabajar para Le Journal Violet, es que no estoy entre la multitud buscando el mejor ángulo de Koff; siendo escoltados a la salida por las boinas azules. La falta de presupuesto para cámara o celular, me evita los juegos de flashes, pero me obliga cada noche a repasar mentalmente un mapa a escala del suceso.


*Nota: el próximo miércoles, hablar con Mariam de lo insufrible que resultan estas remembranzas fuera del oficio, la última vez no fue conveniente inspeccionar en mis recuerdos el desayuno dominical; porque noté que consumí 3 productos caducados y 1 entrando en descomposición.


*Nota: Son las 08:34 p.m. me llamo Timber Maginot, periodista retrospectivo o, en otras palabras; especialista en hallar la noticia en los recuerdos de su día a día, esta es la sesión número 257, año 8. Retrospección sobre el caso Koff, inicia ahora. Alto. Acabo de recibir 3 correos. Asunto: la nacionalidad de Juvenal. Creo que puedo leerlos para la noticia de pasado mañana.



*Nota: inspeccionaré cada carta entre las pausas de mi investigación-recuperación. Los hallazgos los dejaré luego de esta retrospección:


El enigma de Juvenal Koff empieza en el contenido de su inquisitiva imagen durante el juicio, provocada no solo por sus adornadas muñecas, sino por su actitud omnipresente dentro del pensamiento de cada asistente del pleno.


Cuando lo miras de frente, y su espiritual color marrón te arropa en una credibilidad instantánea, sabes que estás frente a quien pocos tendrán la dicha de conocer, porque es un hombre fascinante; lleno de aptitudes perfectas y gestos memorables, que hacen girar el guion de su vida a su antojo.


Su forma de hablar es orquestal: solemne y metódica; sabe qué decir, dos ideas antes que su interlocutor, otorgándole siempre ventaja en cualquier conflicto. Él es capaz de ser un aliado que propugna tus intereses; que verbaliza tus mismas inquietudes y sobre quien miras reflejado todo lo que deseas hacer, y no has logrado. Fácilmente, logra convertirse en tu ejemplo a seguir.


Cree en sí mismo, es decir, cuenta con el verdadero poder de opinar secretamente sus conflictos y solucionarlos autónomamente. Puede que esté condenado a 47 años de prisión, pero es más libre que todos nosotros. No teme a lo innecesario, administra sus emociones como un humano en la nueva escala evolutiva, y surte para sí mismo toda información que le permita tomar las mejores decisiones. ¿Cómo puedo saber esto? Solo debo recordar su arribo al edificio, frente a la masa, en el último peldaño, dijo con voz proyectada: “mi condena es injusta, este es solo el trabajo de relaciones públicas entre el estado y el abismal índice de efectividad del Ministerio de Justicia. Soy lo que en el siglo XVII llamaron: la bruja de pueblo. Pero, mi conciencia sabe que soy inocente”.



Estuve el día de la condena hace 6 meses, lo que comenzó como una demanda por evasión impuestos, se tejió en una red de corrupción, violencia, lavado de dinero y la destrucción de la comunidad de Vaia en el este Bután, allí Juvenal Koff, estableció una fábrica de elaboración de indumentaria médica tras el apogeo de la pandemia en 2020. Hacinando cientos de familias, que encontraron la solución de sus problemas a 99$ el mes, pero en condiciones inhumanas y aberrantes.





Recuerdo que, en aquella primera sesión, también esquivaba los ojos de los presentes; tratando de solo mirar al acusado. Él se representaba a sí mismo, sus abogados solo asentían con la cabeza sus testigos personales, sellaban los documentos sin haberlos leído tan siquiera y mantenían su slogan jurídico en todas las ruedas de prensa: “la jurisprudencia es nuestra vela, pero creemos firmemente que el timón lo debe tomar el cliente”.


Cuando testificó por última vez, sentí asco por tanto cinismo. Cuando un humano no reconoce todo el daño que puede provocar a la niñez, se descubre que todo los valores, actitudes y espíritu, todo el interior de ese individuo está descompuesto. Su alma es del moho más oscuro.



*Nota: ¿Hoy todos notaron la inmoralidad? Creo que no, al finalizar esta sesión, Koff abrió la puerta a todo su equipo, se despidió con las “buenas tardes” que a todos los noctámbulos presentes se nos olvidó, y salió hacia la calle mirando directamente el trasero de Valeria Uzmeni Pompeiu. En su mente seguro se imaginaba que era el juez, azotando su maso contra el buró de Pompeiu. O tal vez es cosa mia… ¡Puta! ¡Esos ojos azules te convencen de su falsa pureza!


Acabo de recordar que la silla-proyectil fue lanzada por Dago Barder, el ex asistente del alcalde de Dijón; quien fue revocado de su puesto por tener relaciones con células urbanas de lavado de dinero. ¿Por qué estaba allí Barder? ¿Por qué uso un arma tan inútil contra ese hombre? Ahora recuerdo que salió de la sala, escoltado por un alguacil mientras gritaba “Je sais que tu iras”. ¿Será posible algún vínculo entre estos dos hombres?




¡Aquí está la noticia! “Koff apadrinó al ex alcalde Maurer en sus crímenes desde 2019”. Mi conjetura surge del contexto: el primero elabora cuentas fantasmas en el reciente Innercitybank, al mismo tiempo que el otro encubría la tasa de criminalidad en las calles; con redadas falsas y sobornando a funcionarios públicos, todo en la ciudad de Dijón.


En el primer juicio se demostró que Koff aplicó en su propio banco un proyecto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), en la que un 0.1% de intereses por compra de productos a través de sus tarjetas de crédito, serían dirigidos a instituciones sin fines de lucro de la ciudad. El problema está en que, para cada persona y su tarjeta, Koff ofrecía una cuenta secundaría que el cliente podía ocupar sin intereses. Pero este, realizaba transacciones secretas, de ínfimos centavos hacia la caja de la alcaldía. Además, en estas transacciones también se tomaba ilegalmente el 0.1% para ONG´s.


Aun peor, estas sociedades eran de testaferros del ex alcalde, es decir, Koff envió un promedio de 0.1478 centavos de dólar por cliente a esta red criminal, y para diciembre de aquel año, obtuvo casi 900,000 dólares totales. Tengo la corazonada que el alcalde, ahora condenado a 32 años de cárcel, había puesto a Dago en este organigrama criminal y que las investigaciones darían pronto con él. Por eso, este hombre lanzó la silla; por frustración, por sentirsee una rata más en la coladera, en el plan de una rata más grande, pero ¿A qué se refería con “Je sais que tu iras”?



*Nota: no puedo concentrarme, hay un grupo de imbéciles tocando una tuba afuera, no me dejan procesar mis ideas. ¡Que estrés! Cuánta luz hay aquí, me lastima escribir, pero sigo escribiendo, tengo que poner mis pensamientos en el papel, vamos, vamos, vamos Timber… ¡Dios! Este truco de escribir inconscientemente no me está funcionando para unir mis ideas. Tengo que plantear la verdadera historia, la noticia real. ¡¿Cómo carajos escribir una nota sobre el plan de Juvenal Koff de fugarse en la próxima semana?! Creo que esta es la paradoja del periodista escribiendo hacia el futuro. Intentaré redactar un borrador.


El ex empresario Juvenal Koff, recientemente beneficiado con el Convenio de Estrasburgo, un tratado que posibilita la movilización de condenados hacia su estado natal, planea utilizar esta acción humanitaria para escapar de su condena por múltiples delitos en Francia.

Según víctimas de los crímenes de Koff, este utilizará su paso por países de tránsito como Bélgica o Dinamarca, para orquestar una fuga antes de llegar a Noruega. Destino que las mismas fuentes aseguran, es otra mentira del criminal. Se han presentado pruebas de que su nacionalidad dista mucho geográficamente del país nórdico.

Una persona que solicitó el anonimato, con iniciales M.G.P.C afirma tener partida de nacimiento de koff que data de 1979 y procede de Etiopía. No obstante, otras fuentes confidenciales presentan documentos como fotografías de la infancia del presunto criminal.

Entonces queda la pregunta ¿cuál es el origen de juvenal?

*Nota: debo sopesar todas las aristas, no puedo considerar las cartas reales inmediatamente. Es posible que este desconcertante monstruo fue ganando enemigos con los años, pero también individuos que lo exaltan hasta el ridículo. Es real que hay personas que, bajo falta de cualquier raciocinio y ética, apoyan causas deleznables. Entonces, puede que estas misivas fueran enviadas por partidarios de juvenal a varios periódicos, con el fin de sacar notas que eviten el traslado de su héroe, y que continúe su residencia en Estrasburgo hasta que las autoridades aclaren el caso. Pero notas así harían convulsionar a la sociedad, al desentrañar la cantidad de funcionarios comprados, que separaron del escrutinio a este hombre. ¡Cómo no odiar a una persona exenta de toda responsabilidad! Hay egoísmo, hay envidia, hay ira, así somos y quién sabe qué puede pasar en las calles luego de la revelación: ¿alcanzará el castigo divino a calmar el dolor provocado por este hombre?


*Nota: en oposición, está la otra tentativa; alguna carta es real, se evita el traslado de Juvenal Koff a Noruega, se descubre su procedencia real y termina pagando sus deudas acordes a la legislatura del nuevo estado. En este caso, no existe un plan secreto que haga caer a Francia en la mayor crisis de confianza y ética.


*Nota: aunque, y si todas las cartas son el anzuelo para que el gobierno francés envié a Juvenal a un país distinto, donde será condenado y torturado por unos pocos, que pueden ser víctimas claro, pero también competidores. En este momento, no cabe la idea de “combatir fuego, con fuego”. No se alcanza la paz con la venganza de unos pocos enemigos, sino en que cada persona víctima de este hombre reciba la compensación que se merece. Allí está la justicia real, una que es igual y accesible para todos.


*Nota: tuve un profesor que una vez me comento que la vida no está hecha de dilemas, sino de “trilemas” o “tetralemas” o…. incontables dilemas. El punto es que, si aprueban el viaje, puede que haya escape o no, que viva o muera, nada es seguro; excepto que Juvenal Koff será el mayor criminal libre gracias a la incapacidad del periodismo francés de determinar la verdad. ¡POR QUÉ PUTAS ESCOGÍ ESTA PROFESIÓN!




*Nota: Imaginar que mi carrera termina en esta ruta ¿quién gozara su primera investigación trascendente, tomando del áureo cáliz de la gloria, en la cima de un monte; uno hecho de todo los fracasos y cicatrices? Yo soy simplemente, el otro espectador, el de la última fila, a quien la historia le llega alterada por la distancia injusta que el egoísmo, de unos pocos, ahoga al más pequeño. Maldito ser anónimo, eres un falso profeta, naufragio de la rectitud y el buen hacer del ciudadano, siempre serás la hierba que brota inadvertida, hasta sacar espinas que lastiman el espacio en derredor. Escúchame Juvenal, jamás creí en tus historias publicadas en la Belle Magazine: “el niño que hizo millones con el café Francés”. Jamás me trague tu ficción, mucho menos tu primera visita a Estrasburgo, donde todo te parecía caro y que al pedir un café de variedad Catuaí, estuviste a punto de vomitar. No lo pagaste, tiraste la taza y te fuiste, porque afirmaste que en Noruega resultaba sideralmente mejor este café. Juraste nunca más volver a pagar tanto; a menos que fuera aquel que una vez probaste, un tal café llamado: “Marsellesa”. Tu primer gran amor culinario.

Fin de las notas


En este momento, querido lector/a, Timber Maginot descubrió la verdad, sabía que este último detalle le había iluminado todo el valle de preguntas a manera de rayo que brilló perpetuo. Gracias a Dios, pude rescatar la edición de aquel 22 de mayo de 2024, en la que efectivamente se redactó la nota en la portadade Le Journal Violet. Actualmente, Juvenal Koff cumple su condena en Nicaragua. Quién diría que a veces en los detalles más insignificantes de una carta, se puede hallar la respuesta.

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